“PARA ADELGAZAR HAY QUE CERRAR EL PICO Y NO HAY OTRA”
“ODIO HACER EJERCICIO PERO TENGO QUE ADELGAZAR”
“EL PROBLEMA ES QUE ME ENCANTA COMER Y NO ME GUSTA EL DEPORTE”
Al tomar contacto con las motivaciones y objetivos de distintas mujeres decididas a darse una nueva oportunidad para cambiar de hábitos, estoy descubriendo hasta qué punto hemos llegado a distorsionar el concepto de “cuidarnos”, pasando de ser una actitud positiva hacia nosotras mismas y hacia adoptar hábitos más saludables, a ser afrontado como un “castigo” por habernos pasado de la raya.
Para muchas mujeres el hacer una dieta restrictiva y hacer ejercicio no importa qué ni cuánto mientras “me adelgace”, es la única fórmula que conocen cuando de perder peso o de ponerse en forma se trata. Estas actitudes suelen ser el resultado de haber intentado sin éxito dietas, productos y métodos varios durante años, sin obtener el éxito deseado, y además, en muchos casos, van acompañadas de un sentimiento de culpabilidad, inseguridades y baja autoestima.
Así pues, observo como el ejercicio lo tienen asociado a:
Castigo por comer.
Castigo por engordar.
Obligación para adelgazar.
En ocasiones, asociado a dolor, porque puede generar o agudizar alguna molestia articular, por ejemplo
Intensidad. El famoso o todo, o nada. Épocas en las que se va al gimnasio 4 días a la semana y épocas en las que pueden pasar meses sin hacer ejercicio.
Poco o nada placentero.
Pereza.
Si nos damos cuenta, todas estos pensamientos y sentimientos son negativos. Es muy difícil crear un hábito, si no existe una actitud positiva hacia ese hábito. Porque el motor que nos va a llevar al cambio es tener un objetivo que queremos lograr, pero no lo lograremos o será un proceso más tedioso si no estamos motivados para conseguirlo. Y la motivación surge siempre desde una mente y una actitud positiva.
LA MOTIVACIÓN
“RECONOZCO QUE LA SENSACIÓN POSTERIOR A HACER DEPORTE ES MUY SATISFACTORIA”.
Esto es algo (la magia del ejercicio), que por suerte, encuentro que se repite en todas ellas. Y para mí, es un hilo al que me agarro como a un clavo y del que puedo tirar para empezar a trabajar con mujeres para las que hacer ejercicio no es un placer.
Mi pregunta entonces viene a ser esta: ¿Por qué es tan satisfactoria para tí la sensación después de hacer ejercicio? Y seguidamente, vuelvo a hacer un listado y comentamos cada punto. A modo de ejemplo, este podría ser uno:
- Me ayuda a conseguir mi objetivo. Luego, no es el enemigo, es un aliado.
- Me ayuda a eliminar la sensación de estrés y la ansiedad, sensaciones que no me gustan y que hacen que coma sin control.
- Hace que mi cerebro segregue endorfinas y dopamina, lo cual me hace estar más animada, positiva y fuerte mentalmente.
- Lleno tiempo libre, ratos, en los que el aburrimiento o el no estar haciendo ninguna tarea, podrían hacer que boicotee mi plan de alimentación.
- Me sube la autoestima (sensación de que puedo hacerlo, de cumplir con el deber, de sentirme más en forma tras cada entrenamiento, ver resultados medibles)
- Es un tiempo que me dedico a mí misma y a cuidarme (*cuidar mi cuerpo, nunca castigar a mi cuerpo)
- Aprovecho el momento para hacer visualizaciones positivas sobre mi objetivo.
- Aprovecho para escuchar mi música favorita.
- Aumenta mi felicidad.
Como podéis ver, todos estos pensamientos son positivos. Así que lo que hago es proponerles que a partir de ahora cuando piensen en el ejercicio y surjan pensamientos negativos, sean conscientes y los frenen, puesto que ya los reconocen. Y que seguidamente, piensen en dos o tres de los pensamientos positivos que hemos puesto en la lista.
Siento si me he enrollado un poco, pero me parece un ejercicio muy útil y que trabajándolo funciona. Quizá os ayude a alguien el ver cómo plantearse un cambio de hábitos de forma positiva, puede cambiar totalmente la percepción que tenemos de los mismos.
Si os gustan estos temas, comentarme y puedo hacer más post sobre motivación, sobre cómo establecer objetivos, ejercicios de visualización… Tengo muchos temas que me gustaría compartir, pero los días vuelan y a veces se me amontona todo un poco y me despisto por aquí…
Un abrazo!
Es muy difícil crear un hábito si no existe una actitud positiva hacia ese hábito que queremos crear